
Por tanto, Dios es una entidad superior en todo sentido, trasciende nuestra existencia y nuestra comprensión. Es el supremmo hacedor o creador. No solo hizo los cielos y la tierra sino que creó todo, las galaxias, las estrellas, la gran oscuridad o la "nada" que envuelve a cada planeta, creó la distancia que amargamente nos separan de cuaquier posibilidad de alcanzar los límites de la creación misma.

La Biblia nos cuenta en Génesis que Dios moldeó al hombre desde el barro, nos cuenta que habló con Moisés cara a cara, que envió a su hijo Jesús a morir por nosotros. Si concebimos o intentamos imaginar el tamaño y grandeza del concepto de Dios, lo más parecido a lo que vemos diariamente sería el universo completo y una célula. ¿El universo puede hablarle a una célula?¿Conversar con ella cara a cara u ofrecerle a su único hijo en sacrificio para salvar su alma?¿Dónde estaría la semejanza entre esa célula y el universo que le dió vida?
Aparentemente no, sin embargo tenemos que considerar que mediante el universo existen los planetas, uno de los cuales hasta el momento alberga vida es decir posee las condiciones para que surja y se mantenga la vida. Y también cada cierto tiempo aparecen enfermedades y curas surgidas "de la nada". ¿No podríamos pensar entonces que el universo si se comunica con la célula? De un modo indirecto si, de la manera en que el universo hace las cosas.
Entonces desde esa perspectiva nosotros sí podemos concebir que Dios se comunica con nosotros. A lo mejor no lo hace como un amigo que nos viene a visitar en bicicleta, y tal vez lo hace de una manera distinta, más amplia y trascendental. Cuando pequeño oía enormes truenos durante una tormenta y asustado le pregunté a mi mamá qué eran, y ella me respondió que era la manera en que Dios nos recordaba su poder.
Somos seres pequeños, diminutos, y de vidas breves, y hay misterios insondables, preguntas que simplemente no tienen respuesta, y tenemos una via de comunicación con Dios que es la oración y la lectura de su palabra, que llega a nosotros mediante esa maravillosa compilación de libros escritos mediante Su inspiración que hoy conocemos como Biblia. Pero toda comunicación requiere de dos actos: recibir el mensaje y emitir una respuesta, y esa respuesta es la acción.
Somos seres pequeños, diminutos, y de vidas breves, y hay misterios insondables, preguntas que simplemente no tienen respuesta, y tenemos una via de comunicación con Dios que es la oración y la lectura de su palabra, que llega a nosotros mediante esa maravillosa compilación de libros escritos mediante Su inspiración que hoy conocemos como Biblia. Pero toda comunicación requiere de dos actos: recibir el mensaje y emitir una respuesta, y esa respuesta es la acción.