viernes, 30 de agosto de 2013

Opinión ¿Es la Ciencia Enemiga de la Fe?

Esta es una discusión a veces interminable, porque se apela a creer que la fe existe en un camino independiente de la ciencia.
  • ¿Existe Dios? Demuestralo. 
  • ¿El mundo se creo en siete dias? Porque la ciencia dice que fueron 5 mil millones de años...
  • Dios creó a hombre hecho del barro ¿Y donde quedaron los miles de años de evolución?
Temas como este constituyen frecuentes argumentos de largas discusiones donde ambos bandos cometen algunos errores, como creer que todos los cristianos leemos la Biblia de la misma manera. La interpretación que se da a las Sagradas Escrituras varía desde el origen mismo de ellas. Por ejemplo en los tiempos del Antiguo Testamento ya había una diferencia en cuanto a qué textos eran considerados sagrados, pues los Saducéos solo consideraban los libros de Moisés como palabra de Dios. Y así podríamos seguir con los Fariseos, e incluso los primeros Cristianos, pues habían quienes creían que Jesús no era hijo de Dios sino una especie de profeta, otros en tanto divergían en cuanto a qué textos eran considerados sagrados, y  luego la ya conocida separacion entre Católicos y Protestantes, y las diversas denominaciones al interior de éste último.
Hay una corriente que lee la Biblia literalmente, por tanto defienden que si la Biblia dice que Dios creo el mundo en siete dias y moldeó la figura del hombre desde el barro, es así tal cual. Sin embargo hay otras corrientes que toman algunos pasajes como una alegoría, tradiciones orales traspasadas de generación a generación antes de ser escritas, más la respectiva cautela sobre qué tan correcta o precisa es una traducció desde un idioma como el hebreo antiguo, el arameo y el griego.
Volviendo al tema entonces, es un error creer que porque hay cristianos que interpretan literalmente la Biblia todos lo hacemos.

Luego otro error es pensar que el cristianismo nos exige una fe ciega sin cuestionar ni razonar. Jesús en cambio nos dice que debemos escudriñar las escrituras. Nos dice también que él no viene a cambiar la ley sino que viene a cumplirla, por tanto dice que no hay que ser tan estricto con el dia de reposo, no solo se adora a Dios en el templo, que ya no es ojo por ojo sino que hay que poner la otra mejilla, y que si bien es cierto que debemos cumplir los juramentos hechos a Dios, nuestras palabras deben ser si o no, pues decir algo más de mal procede. Una Biblia interpretada literalmente puede traer serias consecuencias, muchos pueden cortarse la mano porque Jesus dice que si tu mano derecha te hace pecar debes cortarla y echarla de ti, o pueden terminar dejando a su madre, esposa, hijos o familia y entregar todos sus bienes a una iglesia porque Jesús dice que es más facil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre en el reino de Dios. Dios no nos dice que no pensemos.

Finalmente otro error es que desde fuera del cristianismo se nos hace elegir entre ciencia o fe, y finalmente con mucha astucia nos hacen pisar el palito para que digamos "yo acepto la fe, desecho la ciencia". La ciencia no es nuestro enemigo. La intolerancia, y sobre todo la ignorancia si lo es. La ciencia nos ha ayudado a descubrir la antiguedad de los hallazgos arqueologicos, y nos ha ayudado a descubrir los falsos de los buenos. Esos mismos hallazgos terminan confirmando relatos descritos en la Biblia, hechos ocurridos en tiempos de Moisés por ejemplo, o Daniel.

Podemos tener fe en Cristo y seguir usando la ciencia como el instrumento que es. Porque el saber, el conocer, y nuestra inteligencia también son un regalo de Dios. Gracias a la ciencia un médico que ha recibido a Dios en su corazón puede hacer un gran bien, lo mismo un profesor, un investigador, etc.
Negar la ciencia nos puede llevar  a extremos como decir: la tierra es el centro del universo, no existe ni evolución, ni nada fuera de este planeta, y quien afirme la existencia de otros planetas en el universo debe ser declarado hereje porque la Biblia no menciona que hayan otros planetas.

Sin embargo, la ciencia es una construcción humana, mientras que la fe en Cristo es de inspiración divina. Es un don, un regalo que nos da nuestro padre celestial. La ciencia, como la herramienta que es, está en permanente construcción y perfeccionamiento. La misma ciencia antes decía que la tierra era plana, que el sol giraba alrededor de nuestro planeta, y que no había tierra más allá de la costas de Europa. Incluso los textos de ciencia de hace 20 o 40 años atrás no pueden ser utilizados sin revisarlos primero. A veces contienen datos aún validos, pero a veces también tienen datos obsoletos. La Biblia en cambio sigue siendo la misma.

La Biblia en todo caso es la palabra de Dios, y como bien dice Jesus en el Apocalípsis, es una espada de dos filos. Es decir, es poderosa y se le debe manejar con cuidado. No me cabe duda que hay quienes la han leido y han justificado guerras, inquisiciones, matanzas. En Inglaterra los primeros años del protestantismo hubo una intensa persecusión y matanza de Católicos hacia Protestantes, y viceversa. Por eso nunca debemos olvidar los dos principales mandamientos que nos deben servir de lente para leer toda  la Biblia: amarás al señor tu Dios con todo tu corazón, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.

¿Y entonces qué hacemos con la ciencia?
La ciencia está al servicio del hombre. Es nuestra herramienta. Algún día podemos descubrir cosas maravillosas, otras veces podemos descubrir cosas espantosas. Tengamos la convicción y tranquilidad que las palabras legadas por los profetas y siervos de Dios están bien. No importa que Darwin hable de la teoría de la evolución (no olvidemos que es TEORÍA), pues esta no contradice una interpretación amplia del Génesis ya que en algún momento surgió el ser humano racional hijo de Dios de entre el mismo suelo, algo tan común como el barro. Algunos interpretan ambas cosas, ciencia y Biblia como una sola, pues no niegan que hayan habido especies vivas e inteligentes ANTES de Adán. Pero el caso es que en cierto momento Dios terminó de crear al ser humano, en un proceso que pudo demorar miles de años, y luego le dio el soplo de vida, y en ese entonces el que era la evolución de un simio tomó conciencia de si mismo y comenzó a usar su inteligencia. ¿Vieron 2001 Odisea en el Espacio? ¿Les pareció coherente que un monolito le abriera los ojos a los monos y los impulsara a un nuevo nivel de evolución? Entonces porqué le es tan fácil creerle al autor de la película y no creer que Dios hizo eso con nosotros?
La ciencia nos puede sorprender con muchos descubrimientos. ¿Hay vida en otros planetas? ¿Hubo vida en Marte? ¿La vida en la tierra vino de allá? Usted esté tranquilo. La Biblia no se va a desarmar ni los templos se van a caer con eso (si es que algún dia se presenta esta situación). Primero que nada, no sabemos cuánto durarían estos hipotéticos descubrimientos (antes se pensaba que el ser humano coexistia con Dinosaurios y que había vida en Marte, cosa que hoy se sabe no es así) y segundo, la Biblia nos dice como Dios creó vida en la Tierra, no dice de otros planetas, basicamente porque Dios ínspiró el libro para nosotros y sobre nosotros. Somos hijos de Dios porque la Biblia lo señala así. Y somos criaturas imperfectas, una pelusa dentro del universo, dignos de Dios solo por su amor. Está claro que los asuntos cósmicos son cosa de Dios, no de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario